El Racing Madrid firmó un partido muy sólido en su visita, consiguiendo mantener por primera vez la portería a cero en lo que va de temporada. El encuentro se caracterizó por un alto nivel de organización defensiva, disciplina táctica y concentración colectiva durante los 90 minutos, elementos que permitieron neutralizar las acciones ofensivas del rival.

En fase ofensiva, el equipo generó varias ocasiones de peligro, mostrando dinamismo y verticalidad. En los minutos finales dispuso de dos oportunidades claras para romper la igualdad y quedarse con los tres puntos, pero la falta de acierto en la definición impidió materializar el esfuerzo realizado.

Más allá del empate, el rendimiento global dejó sensaciones positivas, reflejando el crecimiento del grupo y la consolidación de una identidad competitiva que sigue fortaleciéndose jornada a jornada.