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En una fase final donde cada punto cuenta, el equipo consiguió una victoria crucial que corta una racha difícil y renueva las esperanzas. El gol de Agus en el primer tiempo fue suficiente para sellar el triunfo, pero no sin antes pasar por momentos de alta tensión.

El tanto llegó tras una jugada colectiva que reflejó la determinación del grupo. A partir de ahí, el rival intensificó su presión en busca del empate, dominando por momentos el ritmo del partido. Sin embargo, la respuesta defensiva fue ejemplar: orden, sacrificio y compromiso en cada línea.

El segundo tiempo fue una batalla constante en la que la solidez del equipo fue clave. La defensa, firme y concentrada, logró mantener la valla invicta, resistiendo cada intento del contrario.

Este equipo no solo ganó tres puntos: demostró carácter, unidad y, sobre todo, que nunca dejó de creer.